Tengo un reloj en una caja de madera que nunca he abierto, tengo una caja de lápices que guardan tu memoria en un color nuevo y tengo un huerto que acompaña mis días y mis noches al ritmo de mis ávidos latidos. Solo yo decido qué hago con mi titiritiempo.
El reloj
Me han regalado un reloj en una caja de madera y está cerrada. Me han prometido que si no intento abrirla, si no miro adentro, si no intento descifrar el enigma que encierran sus números ni miro como las agujas barren el cielo inerte que se extiende sobre la preciosa esfera de esmalte blanco, el tiempo no pasará. Así que, después de treinta años, sigo viniendo aquí a esta habitación, miro a la estantería donde acomodaron con aplomo esta cajita para mi hace ya tres décadas y permanezco de pie ante ella como un notario, como quien no sabe lo que quiere o lo que fue a comprar.
Y observo esta caja de madera negra, aterciopelada, única y preciosa.
No se cuanto tiempo he empleado ya tratando de abrir la dichosa cajita con todos los sentidos puestos en ella, mientras cierro los puños como quien aguanta un pajarillo, mientras me muerdo el labio y trago saliva, tomando indecisiones sobre la conveniencia o no de profanar su interior y mirar a ese ojo solitario que parece que siempre duerme.
Me pregunto si estas visitas las tendrá en cuenta mi reloj, mi pequeño y redondo confidente nocturno, puesto que ahí dentro siempre es de noche, y puesto que siempre sabe lo que hago y deja que todo siga su curso, sin perturbarse.
A veces imagino las agujas como dos grandes trancas que alternativamente abren y cierran implacables dos puertas que jamás pueden moverse a la vez en cada momento: la puerta de lo que he sido (o pude ser) y la puerta de lo que seré (o podré ser). Son dos escenas cuya única conexión posible puede hacerse desde la segunda puerta, una ilusión, cuando la primera, del pasado, ya está cerrada –otra ilusión-. Con lo que niego el destino, aunque algo dentro de mí se esfuerce en ver esos dos palitos describiendo a la vez un círculo único, eterno e invariante.
Imagino las horas solidificadas en discos blancos, todos despachados de igual forma, como círculos concéntricos perfectos. Blancas y finísimas obleas que inexorablemente se apilan una encima de la otra, todas con la misma etiqueta y marcadas por la misma mano timadora, pero amable, del olvido.
“El reloj” – titiritiempo – esto que te cuento
Lucas J M
#miTiempo #elReloj #quieroLoQueSiento
Tú aún no lo sabes
Tú aún no lo sabes, pero eres para mí de ese color especial que rara vez se encuentra. Cuando tras mucho tiempo sin pintar los sueños aparcados o demorados, regreso a la caja de los lápices, la vuelco y aparecen todos expuestos y esparcidos como un pequeño bosque cromático de arbolillos tumbados ….
Revuelvo con el índice, extiendo, aparto, resuelvo …, tu aún no lo sabes, pero te saqué de la caja y duermes ahora a mi lado …
“Aún no lo sabes” – titiritiempo – esto que te cuento
Lucas J M
#lapicesDeColores #tuAunNoLoSabes #aMiLado #bosqueDeArbolillosTumbados #quieroLoQueSiento
Tengo un huerto-reloj
Tengo un nuevo reloj. No me da las horas ni los minutos ni los segundos. Eso sí, no se para nunca. Y marca el ritmo de mis días, de mis estornudos, de mis risas y mis silencios a velocidad de crucero. Pero sin urgencias ni alarmas. Lo riego, lo abono y lo muevo para que le de la luz. Y agradecido, despliega sus bondades en forma de hojas, flores y brotes verdes, que es como si me buscaran.
Desde que lo tengo, ya no me contemplo en ningún espejo. Solo miro a mi huerto y rápidamente comprendo qué hago aquí, qué quiero, donde estoy, quién soy y qué rumbo tengo.
“Tengo un huerto-reloj” – titiritiempo – esto que te cuento
– Lucas J M
#miHuertoReloj #quieroLoQueSiento #relojVegetal #laVidaSeAbrePaso #promesasVerdes
“Titiritienmpo -esto que te cuento”
– Lucas J M
Por cierto, …
¿Has pensado alguna vez, que es imposible perder el tiempo, aunque te lo propongas? ¿Qué es eso de “perder el tiempo”? ¿en relación a qué, a quién? ¿quién lo dice, o quién te lo dice realmente? ¿Qué piensas?
ig: @saculbitacora
tw: @saculBitacora
lucasjimenez@youbeart.com
https://www.facebook.com/saculbitacora
https://www.facebook.com/SaculJM
Que bueno todo, pero me encantó tu huerto y tu reflexión sobre la pérdida del tiempo. Que maravilla.
Muchas gracias, Pablo!
Mi huerto es pequeñito y no da para exportar ni importar, pero me da mucha vida 😉
Un abrazo grande, es un placer tenerte por aquí. Siempre
Pues yo creo que el tiempo lo perdemos siempre, es inherente a nuestra naturaleza humana, lo aprovechemos o no para hacer lo que queramos con él. 🙂
Hola, Sonia!
Perder el tiempo se aproxima más a una sensación por un estado emocional que por una realidad objetiva. Cierto que podemos perder el tiempo en la cola del metro y llegar tarde a donde queríamos … pero ni así, tenemos el poder de “perderlo”. Efecto mariposa …. algo pasará, algo intervendrá …. En cualquier caso, muchas veces nos culpabilizamos porque nos decimos “tendría que haber hecho esto, tendría que no haber hecho lo otro y blba lba lba …” .La cuestión es, qué autoridad tiene o le concedes a esa voz. Probablemente, y como dije al principio, según fuera tu estado de ánimo, viviría ese tiempo de una forma tal que no lo rechazarías.
Y, haz una prueba. Proponte mañana “perder el tiempo” cinco minutos. Dime como lo haces, si lo conseguistes ….. y nos cuentas 😉
Un abrazo grande (()) 🙂
Yo creo que tengo un concepto de perder el tiempo distinto al tuyo 🙂 para ti, según dices, es una sensación, para mi es la vida misma; o dicho de otra manera, aún si creo que pierdo el tiempo, para mí es imposible hacerlo, sigo respirando, mi cuerpo sigue funcionando, en definitiva, sigo viviendo!
Es hermosa tu reflexión. El huerto como símbolo del paso del tiempo. Y la caja, oscura.
Sigue escribiendo. Mi paso del tiempo también podré medirlo por el número de palabras que te lea ?…
Hola, Kris!
Podemos vivir el tiempo como una “cantidad”, o como una “cualidad”. Nosotros decidimos. Una es una cuestión matemática, aunque físicamente, no medimos el tiempo, sino el paso del tiempo, que aunque parece lo mismo, no es igual. Y la otra, es más una cuestión metafísica … personal, intransferible ….es … nuestro tiempo, nuestro titiritiempo!
Gracias por tus palabras de vuelta, me gusta tu nueva forma de medir …. parte del tiempo 😉
Un abrazo grande, siempre! (())
Ojalá un huerto para cultivar y hacer crecer el tiempo…
Hola, Nerea!
Quizás, no hace falta más tiempo, ni hacer tantas cosas. Quizás, menos cosas pero más atentos. Y saber aprovechar los micro-tiempos esos sueltos que vamos dejando muchas veces sin atenderlos. Contaba alguien en un artículo que leí, como homenaje póstumo a Castilla del Pino (psiquiatra y escritor), hablando de él, que le decía con apasionamiento, como había cambiado su vida aprovechando esos minutos solitarios que quedan entre muchas tareas y que desperdiciamos, por ejemplo. ….
Calidad vs. Cantidad …. y atención plena
Gracias por tus palabras y por compartirlas, sigue acompañándonos.
Un abrazo grande, Nerea
Qué bueno que tuviste la fuerza de voluntad de no abrir la cajita… Qué si no solo arruinabas tu propia eternidad, sino que de paso arruinabas la de alguien más ….
Hola, Alexandra,
Solo conozco una eternidad posible: la de las obras bien hechas, de corazón.
Yo creo que tú estás en el bando de los “eternos” ….
Un abrazo grande, siempre! (())
Perder el tiempo! Q gran obsesion de muchos! Y que cierto q lo q ayer nos parecia perder el tiempo hoy puede parecernos una forma de disfrute…y viceversa…y haata en la cola del metro puedes encontrar ese disfrute q nos haga sentir q “no perder el tiempo”… Solo tenemos q mirarlo con el prisma adecuado…:)
Hola, Marta,
Tus palabras van cargada de mucho “cuidado” para contigo. Nos castigamos a veces demasiado con eso de “estoy perdiendo el tiempo”. Muchas veces, se trata de ese prisma que dices.
David. Foster Wallace en su fantástico discurso de graduación de 2005 del Kenyon College apuntaba: ” lo que verdaderamente importa en la educación –la que se supone obtenemos en un lugar como éste– no vendría a ser aprender a pensar, sino a elegir cómo vamos a pensar. Si la completa libertad para elegir acerca de qué pensar les parece obvia y discutir acerca de ella una pérdida de tiempo, les pido que piensen acerca de la anécdota de los dos peces y el agua y que dejen entre paréntesis por unos segundo vuestro escepticismo acerca del valor de lo que es obvio por completo”
La anécdota es esta: “Erase dos peces jóvenes que nadaban juntos cuando de repente se toparon con un pez viejo, que los saludó y les dijo, ‘Buenos días, muchachos ¿Cómo está el agua?’ Los dos peces jóvenes siguieron nadando un rato, hasta que eventualmente uno de ellos miró al otro y le preguntó, ‘¿Qué demonios es el agua?'”
En definitiva: si permanecemos conscientes, despiertos, podremos elegir siempre qué pensar. Y me resulta difícil incluir eso de “perder el tiempo” en un estado de consciencia y atención plena. Hagas lo que hagas
Muchas gracias por tus lúcidas palabras, Marta
Un abrazo grande. Siempre (())
Os dejo un enlace que te llevará a este discurso tan genial y lúcido:
http://www.sisabianovenia.com/LoLeido/NoFiccion/DavidFosterWallaceDiscurso.htm
¿Qué es perder el tiempo?
¿Observar el trinar de un pájaro desde la ventana es perder el tiempo? ¿Pasear erráticamente por tu barrio, observando el devenir de tus congéneres es perder el tiempo? ¿Dedicar minutos u horas a personas o causas que tal vez no lo merecen es perder el tiempo?
Ummm. Para un calvinista acérrimo, todo lo que no conduzca a “ser provechoso” desde el punto de vista del beneficio individual (en sentido amplio) es verter el regalo del dios Cronos por un sumidero. Para un romántico decimonónico de la purista escuela francesa es ejercer un “carpe diem” absoluto.
Si nos valemos del símil de la energía, el tiempo no se pierde, sino que se transforma. Y si tiramos del símil del vil metal, el tiempo no se pierde, sino que se transfiere de una “cuanta” (leáse, “evento”) vital a otro.
El verdadero problema del tiempo, sería, a mi entender, y volviendo al símil energético, que, como la energía fotovoltáica, no se puede almancenar, hay que “consumirlo” ipso facto, e, igualmente, como la energía que nos da la naturaleza, se genera “por que sí” y trascurre, impasible e inmisericorde, le des uso o no.
La eterna lucha de la humanidad por los recursos se circunscriben a acaparar alimentos y a detener el tiempo. Sin comer, pereces, y sin dar contenido a tu tiempo, también, porque éste empuja las manecillas del reloj de manera indefectible.
Al final, la existencia es circular y todo termina en un bucle. El dinero compra tiempo, la energía compra tiempo, y el aforismo latino anteriormente mentado de “carpe diem…” que en realidad se declama en una versiòn resumida “para ahorrar tiempo”, continúa con un contundente “……tempus fugit”.
Ergo, el tiempo es el “patrimonio” más valioso que se puede atesorar.
Voy a contestar a mi primera pregunta retórica, para acortar este escrito y que no suponga una gran inversión de tiempo:
“¿Qué es perder el tiempo?” Perder el tiempo es dejar que se que escape sin emplearlo en lo que realmente te hace feliz, sea ver trinar a un pájaro o hacerte millonario, que ya el propósito vital es objeto de otro debate.
Ya lo decía Frankin: “El tiempo es oro”.
Hola, Javi.
Interesantísima colección de visiones o posturas ante lo que es el tiempo y su consumo.
De todas ellas, hoy impera la de “ser provechoso”, pero claro … provechoso, ¿para qué? y ¿para quién? ¿a costa de qué?
Ser feliz es un anehlo que no puede satisfacerse siempre, más bien sería la media emocional o anímica que nos reporta una forma de vida. Si queremos ser feliz, sea lo que sea que hagamos durante ese tiempo, lo más importante es hacerlo consciente, despierto. Sólo así, dejará de importarnos el tiempo como cantidad sino como cualidad, como una vivencia y una experiencia única e irremplazable y no como una inversión impuesta por … vete tú a saber … ¿el ego? ¿nuesto gurú de turno? … etc
Gracias mil por tu tiempo ilustrándonos con ese progreso que ha podido sufrir el “mercantilismo” del tiempo
Sigue acompañándonos, me gusta que me/nos hagas pensar …. y sentir.
Un abrazo grande (()). Siempre
Un aporte muy interesante. Gracias por la información. Saludos.
Bellísimo este relato (“esto que nos cuentas”), y me encanta la palabra y el concepto “Titiritiempo”….sobre el hecho de “perder el tiempo”, pienso que en las sociedades occidentales, al estar tan mediatizados por la utilidad y el beneficio (económico), y el rendimiento, y la eficiencia, etc…se entiende “perder el tiempo” como algo negativo, algo que está mal visto, con patrones externos …. durante mucho tiempo nos enseñaron a “aprovechar” el tiempo (otro concepto absurdo….no podemos perder ni aprovechar el tiempo, sino vivirlo, sin más), …. y vivirlo eso sí, con plena atención, con presencia, con consciencia,….esa es la diferencia para mi…y cómo cuesta muchas veces, pero “darnos cuenta” ya es mucho….es un trabajo hermoso.
Cuando empecé a practicar yoga, en las sentadas de meditación, el profesor nos preguntó una vez, después de la práctica, cómo nos habíamos sentido con respecto al tiempo…si nos habíamos sentido ridículos, si pensabamos que sentarnos durante ese tiempo había sido “perderlo”…dado que realmente no hay que “hacer” nada….
interesante….
…y es que es maravilloso “nadear” …. y aprender a vivir presentes, totalmente, …
Mil gracias por compartir estos tesoros, es un placer siempre….
Gran abrazo (())