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Lo cortés no quita lo valiente y viceversa, como nada tiene que ver que secases mis entrañas cuando te pensaba valiente por quererme; y si, desde el día en que el destino nos cruzó en los pasillos de aquel intrincado cuento, ni uno solo de los personajes pudo esquivar nuestros nocturnos escarceos a orillas del sueño, ni la alevosía se atrevía a increparnos, ni siquiera nuestros más celosos centinelas (los lectores), lograban disimular el picor cerebral que en ellos producía el aroma a amor que emanaba de lo nuestro.
Y lo tuve que hacer; tuve que tomar la decisión. Ėramos tú y yo y viceversa, tu o yo sin diferencias y… me vi obligado a hacerlo de nuevo; quebré la ecuación por segunda vez y apareció el vacío con su nada colgando del todo, y juré a lo que quedaba de mí que no lo haría una tercera.
¿Me crees ahora?
¿Ves como estaba en lo cierto?
Dudabas de mí porque eras tan joven y tierna, que al invierno le daba pavor tocar a la puerta por si interrumpía tu calidez.
Por la lágrima comprendo que comprendes y viceversa. Ahora sabes que lo hice porque si y punto, porque errar dos veces es humana cualidad o simplemente porque lo valiente no quita lo cortés y viceversa.
Maravilloso Hugo, me hiciste emocionar ??
Es la magia de la narrativa poética, lntrospectiva y soñadora.
La Palabra es el Verbo, y ahí comenzó todo.
La palabra escrita te libera y te atrapa; te baja a las profundidades del ser y te eleva a la imaginación infinita; te envuelve, te acaricia y te deja volar al son de tu propia armonía …
Que no se pierda nunca la palabra.
(Gracias Hugo. Una narración rica, fresca y misteriosa. Sigue escribiendo).
Siempre Hugo……, un gran poeta, él solo leerlo alimenta las mentes y como no el espíritu. Gracias.
Bravo amigo, bravo. ??????????